sábado, 24 de abril de 2010

Domingo 25 de abril: el buen Pastor

Juan 10:27-30


27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.

29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.

30 Yo y el Padre uno somos.

sábado, 17 de abril de 2010

Desayuno con Jesús Resucitado

En el seno de nuestra amada Iglesia San Juan Apóstol hemos tenido un grato tiempo de Semana Santa arrancando desde el domingo de Ramos al Domingo de Resurrección. Como ya ha sido una tradición los niños de la escuela dominical conmemoran la entrada de Jesucristo en Jerusalem, un niño con una máscara representa el pollino que llevaba a Jesus mientras los demás chicos llevan consigo los tradicionales ramitos de palma y corozo que acostumbramos usar en Guatemala para el domingo de ramos. Esta es una tradición que desde hace varios años atrás llevamos a cabo con el entusiasmo de Riqueleme, Linda, Laura y Linda María Gasparico Midence.

Durante la semana mayor conmemoramos la vigilia pascual el Jueves Santo. Finalmente, nos volvemos a reunir el domingo para conmemorar la resurrección de nuestro Señor. Se ha vuelto tradicional ese día reunirnos a desayunar. Todas las familias de la Iglesia acuden a este encuentro y luego, al finalizar el desayuno, nos reunimos en la capilla o sala principal para celebrar el culto mayor. Como ya ha sido tradicional también, el diaconado de la Iglesia, organismo compuesto en su mayoría por damas de la Iglesia, tienen a su cargo la conducción del servicio. En esta ocasión, nuestra hermana Heydi de Méndez, compartió con nosotros una reflexión sobre el Ministerio de Jesús entre las mujeres y los niños.

En este tiempo de pascua hemos recordado las diferentes manifestaciones de Jesús resucitado entre sus discípulos. Este domingo 18 de abril recordamos la aparición del Señor a siete de sus discípulos a quienes pregunta si tienen de comer y los invita a desayunar, él les provee no sólo de alimento material sino especialmente el apoyo espiritual para emprender la misión que les ha encomendado. Últimamente los organismos de la Iglesia han acostumbrado llevar a cabo desayunos que su vez son reuniones de trabajo, para planificar y coordinar las actividades de la Iglesia. Al igual que el desayuo del Domingo de Resurrección, en todos ellos nos nutrimos de la koinonía y del espíritu de emprendimiento en favor de la alabanza a nuestro Padre Celestial y predicación del reino de nuestro Señor Jesucristo.

Domingo 18 de Abril: Jesus se aparece a siete de sus discipulos

Juan 21: 1-19


Jesús se aparece a siete de sus discípulos

1 Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias; y se manifestó de esta manera:

2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos.

3 Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada.(A)

4 Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús.

5 Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No.

6 El les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces.(B)

7 Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: !!Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar.

8 Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos.

9 Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan.

10 Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar.

11 Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió.

12 Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor.

13 Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado.

14 Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos, después de haber resucitado de los muertos.

Apacienta mis ovejas


15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos.

16 Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.

17 Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.

18 De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras.

19 Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme.

sábado, 10 de abril de 2010

Domingo 11 de abril: Jesus aparece a sus discípulos

Juan 20: 19-31


(Mt. 28.16-20; Mr. 16.14-18; Lc. 24.36-49)

19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros.

20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.

21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.

22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.(A)



Incredulidad de Tomás

24 Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.

25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.

26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.

27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

28 Entonces Tomás respondió y le dijo: !!Señor mío, y Dios mío!

29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.



El propósito del libro

30 Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.

31 Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.