Este capitulo 9 de proverbios pertenece a una amplia colección de
sentencias sabias, mas que todo,
practicas, es decir, vivencias que enseñan el camino de la vida y el camino de
la fe. Se me ocurre pensar en un titulo como este: la Sabiduría prepara su banquete
y lo ofrece generosa a los seres humanos para que se hermanen y ya alimentados
caminen juntos con gozo y esperanza.
La Sabiduría ha preparado el banquete, mezclando el vino y puesto la
mesa. Es frecuente en las Escrituras Hebreas presentar literariamente a la
Sabiduría en términos familiares y domésticos. Preparar el vino es la primera
preocupación , la tarea mas importante para un buen anfitrión. En la cultura
Hebrea el vino es un elemento fundamental para celebrar cualquier
acontecimiento familiar o nacional. De ahí que se entienda por que en la
Cena Pascual judía era obligatorio
beber, aunque fuera solo un poco, de cuatro diferente capas rituales que
expresan la solemnidad de la celebración. La Sabiduría prepara el vino quiere
decir que invita a todos los seres humanos, sin distinción, a acercarse a ella como
a una fiesta para ser felices, para conseguir el bienestar y la comunión
entre los comensales. En la misma
dirección hay que entender la frase prepara la mesa. Anteriormente nos ha dicho
el autor, que la Sabiduría se ha construido una casa. Todo alude a un ambiente
de comunión, de profunda intimidad De bienestar pleno. Es muy importante
insistir en toda esta simbología que rodea la presentación y actividad de la
Sabiduría.
VENID A COMER MI PAN Y A BEBER EL VINO QUE HE MEZCLADO, DEJAD LA
INEXPERIENCIA Y VIVIREIS...Aquí continua la misma simbología del banquete. El
sentido de banquete para expresar la profundización en el saber y en la
contemplación no es exclusivo de los Hebreros. Lo encontramos también en los
Griegos, especialmente en el inesquivable Platón. Y también en otras
expresiones de la antigüedad. En todo caso, la presentación literaria del
banquete sugiere el ambiente de intimidad y de comunión. Y además de felicidad.
No debemos de perder esta dimensión que señala Juan en su Evangelio,
específicamente en el sublime capitulo seis.
Jesús se ofrece como pan y como vida, , estas afirmaciones se
entenderán mejor si recordamos lo que significa para los Hebreos comer del
mismo pan y beber de la misma copa. Entre ellos, mas que entre nosotros, el
comer un bocado del mismo pan establece una corriente vital muy intensamente
experimentada, vuelvo a utilizar el termino VIVENCIA. De tal suerte, que esto
no es una especulación, o un procedimiento lógico, es la vida vivida, pensada
pero sobre todo compartida. Pan, vino, cuerpo, sangre, banquete donde caben
todos y todas.
Shalom– Paz.
Rev. Héctor Castañeda